
En la última etapa de la crisis, ambas partes escalaron sus posiciones: Israel se dedicó principalmente a atacar con dureza a Hezbolá en todo el país, destruyendo arsenales y depósitos de armamento, instalaciones, oficinas, medios de comunicación y otras infraestructuras de la organización, incluyendo sus cuarteles generales del sur de Beirut. Al mismo tiempo destruyo numerosas infraestructuras civiles y barrios de mayoría musulmana, especialmente chií, como los barrios del sur de Beirut, sobre los que Israel había sido acusado de hacer un simulacro de ataque en enero. Ello causó cientos de muertos y la huida masiva de miles de personas. El Ejército israelí declaró lamentar la pérdida de vidas humanas, atribuyendo la responsabilidad de las mismas al grupo armado:
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ResponderEliminarviva franco.